MENTALIDAD DE CRECIMIENTO

 (Fragmento Artículo de Laura Lewin)

No es tan importante qué nos pasa, sino qué hacemos nosotros con eso que nos pasa, ante una oportunidad, ¿nos arriesgamos y vamos para adelante o huímos?

Son nuestras creencias las que nos acercan o alejan de aquello que queremos hacer. Frente al fracaso o al desafío, algunos niños se esfuerzan más. Otros, por el contrario, se frustran o abandonan.

La mentalidad es una actitud mental y es lo que determina cómo interpretamos y respondemos a las situaciones que se nos plantean.

Como adultos debemos ayudar a los niños a desarrollar una mentalidad de crecimiento. Las personas que poseen una mentalidad de crecimiento son personas que perseveran en la búsqueda de sus objetivos y que al final consiguen el éxito en aquello que se proponen. Piensan que es el esfuerzo el que les lleva al éxito, de modo que no solo se enfrentan a tareas difíciles sino que disfrutan con ellas. Piensan que la inteligencia puede aprenderse y mejorarse. Por este motivo, prestan atención a la información que les lleva a saber más. Una mentalidad de crecimiento ayuda, por lo tanto, a aprender.

Los que tienen una mentalidad fija, por el contrario, creen que la personalidad y la inteligencia, vienen determinadas desde el inicio y no sufren normalmente cambios a lo largo de la vida. Por lo general, solo se enfrentan a tareas que saben, por adelantado, que van a poder realizar. Son competitivos y necesitan constantemente demostrar su habilidad ante los demás. Solo les interesa saber si lo han hecho bien o mal. Cuando se les muestra información que les podría ayudar a aprender, no muestran interés alguno.

Los niños que poseen una mentalidad de crecimiento presentan estas características:

*Creen en el valor del esfuerzo.

*Su objetivo es aprender.

*Disfrutan de los desafíos.

*Ven el fracaso como una oportunidad para aprender.

*Son emocionalmente resilientes.

*Se inspiran frente al éxito del otro.

*Disfrutan y aprenden de la crítica constructiva.

*Les gusta probar cosas nuevas.

Desarrollar en los niños una mentalidad de crecimiento significa permitirles arriesgarse y fracasar. Debemos trabajar mucho la mentalidad de los niños porque si no, serán adultos que no confiarán en sus habilidades de esforzarse y perseverar para tener éxito en la vida.

No lo olvides:

1- Cuidá lo que transmitís: si el niño recibe un “vos no te preocupes que para vos es medio difícil, no lo hagas”, lo que le llega al niño es un mensaje de fracaso.

2- Regalales la palabra TODAVÍA. “ No me sale!”. No te sale TODAVÍA. “No puedo!” no podés TODAVÍA.

3- Naturalizá y desdramatizá el cometer errores. Al capitalizar los errores, aprendemos, mejoramos y nos hacemos más inteligentes!

4- Enseñales acerca de su cerebro! La habilidad para aprender No es fija, sino que cambia según nuestro esfuerzo. Por lo tanto un fracaso NO es una condición permanente sino temporal. “No, no es que sos malo en matemática, no te salió el ejercicio”.

5- Explicales que gracias a la Plasticidad Cerebral, el cerebro puede cambiar y lograr lo que quiera.

SEGUIMOS APRENDIENDO JUNTOS!

Lic. ALINA OLGUÍN



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