Recomendamos
organizar los tiempos para las tareas escolares en concordancia con tus
actividades laborales o, si no las tienes por ahora, en sintonía con la franja
horaria en la que los chicos irían a la escuela. Con esto no pretendemos que se
levanten a las 6 am si no hay necesidad pero sí hacer sus tareas durante la
mañana si es el momento del día en el que suelen estar en la escuela. Una
estrategia útil respecto al tiempo, es organizar bloques de 100 minutos en 4
períodos de 25 minutos e intervalos de 5. Esto ayuda a focalizar nuestra
atención y mejorar nuestro rendimiento. Los 5 minutos de descanso están
pensados para despejar la mente, hacer algún juego, escuchar una canción, etc.
Para los más pequeños bloques se pueden reducir a la mitad.
En este universo hay
mucha variedad de casos. Algunos tienen clases a distancia con sus maestros o
profesores y otros tienen tareas o ambas. Por supuesto que si hay hermanos y
ambos tienen tareas o clases, la cosa se complica. Por eso reiteramos que esta
es una situación excepcional en la que estamos intentando acomodarnos lo mejor
posible. Si ambos tienen clases se turnarán por horarios o días y el que no
asista a la clase pedirá la tarea o, si se puede, la verá grabada más tarde. En
el caso de quienes sólo tienen tarea les invito a revisar el rol que ocupamos
como padres y madres. No se trata de que seamos sus maestros sino de
acompañarlos en el proceso. Por eso recomendamos que los niños se hagan cargo
de sus actividades mientras trabajas, así queda más claro que cada uno está
atendiendo su responsabilidad y si no la cumplen, ellos mismos experimentarán
las consecuencias. Es una buena oportunidad para fomentar su autonomía. Por
supuesto que esto no implica que no los podamos asistir si lo necesitan.
Algunas familias nos
han manifestado que se les dificulta que los chicos hagan la tarea por su
cuenta o que las realizan muy rápido y no tienen ningún momento de explicación
de los temas o de mayor concentración. De ser así, se puede pedir a maestros
y/o profesores que les aconsejen algún material extra o se puede acudir al
repertorio de recursos educativos que hay en internet sobre muchísimos temas
que se suelen estudiar en todos los niveles.
USO DE LA TECNOLOGÍA
Si bien existen
varios estudios sobre los problemas que puede acarrear un uso “excesivo” de las
pantallas, ninguno de ellos es contundente. Se han evidenciado algunos
trastornos relacionados a la falta de atención sostenida, dificultades a la
hora de resolver ejercicios creativos, problemas para socializar, trastornos
del sueño, problemas de aprendizaje, etc. Pero no se ha podido establecer aún
si estas dificultades están relacionadas a otros factores como la condición
socioeconómica, problemas familiares, patologías de base, etc. Tampoco hay
suficientes estudios que analicen no sólo el tiempo de exposición a las
pantallas sino el tipo de contenidos de que se consume. Los efectos analizados
operan en el corto plazo y no hay muchas evidencias de qué sucede a mediano o
largo plazo.
Con esta información
no queremos alentarlos ni desalentarlos respecto al uso de las pantallas con
sus hijos. Cada familia tiene sus criterios y todos son respetables.
Simplemente queremos tranquilizarles si en estos días los chicos pasan un poco
más de tiempo que el habitual con las pantallas. Sí recomendamos que si
elegimos utilizarlas tratemos de considerar para qué lo vamos a hacer. No es lo
mismo mirar una coreografía para hacer ejercicio, ver una clase o programa
educativo o estar en las redes sociales. No demonizamos ni idolatramos nada
pero es interesante pensar en el gran aporte que la tecnología nos brinda en
este momento, aunque más no sea para comunicarnos con nuestros seres queridos.
Tal vez podamos sacarle más jugo del que pensamos si analizamos qué queremo
lograr y con qué medios contamos para ello.
Tampoco descartamos
la variable del disfrute que puede brindarnos ver una película, una serie o
jugar con la consola pero estará en cada familia la decisión acerca de cómo
quieren transitar este período y todo es respetable. Como decíamos al
principio, no hay recetas únicas, no tenemos que demostrar nada a nadie,
nuestra prioridad es estar lo más tranquilos posible y que la casa funcione,
aunque también esta circunstancia puede ser una oportunidad para repensarnos.
Fragmento Guía para las familias. Aprender es un Arte.
Lic. Alina Olguín
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